Reconocemos tres valores fundamentales: Disciplina, Honestidad y Constancia.

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La Disciplina la concebimos como el fundamento de nuestro trabajo, en el entendido que permite autorregular las actividades con el fin de conseguir los resultados esperados.

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La Honestidad es y debe ser nuestra principal cualidad. Ser honesto es poseer la capacidad de reconocer en nosotros aciertos y errores; además de la oportunidad de enmendarlos.

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La Constancia, característica superior que siempre puede ser adquirida, permite alcanzar el éxito a través del esfuerzo y en complemento a la Disciplina y la Honestidad.